martes, 30 de octubre de 2007

CASO PRÁCTICO: LA BENDITA LOCURA DEL POLI EJIDO

En el año 2007, en pleno proceso de globalización, mientras las ordas balompédicas y sus seguidores tratan de colonizar hasta el último pedazo de tierra, una localidad asentada en el Campo de Dalías, bañada por el Mar Mediterráneo y de nombre El Ejido, resiste a los envites de los batallones de segunda línea en el más duro campo de batalla que jamás haya existido; el Santo Domingo.

¡¡Locos!! los llamaban cuando hace cinco años decidieron emprender el camino y enfrentarse a todo aquel que osara retarles. Ellos sabían que les esperaba una Gloria bañada en sangre, sudor y barro, sabían que cada día podía ser el último. Pero años después de su primera batalla, muchos son los que aun siguen en pie.

En este año muchos han flaqueado dejando paso a otros “Locos” que lo único que quieren es continuar el legado de sus antecesores. Por eso, el reto principal de esta campaña es conseguir el mayor número de seguidores posible para convertir el escarpado camino a la cima en un tranquilo paseo de domingo.

Ninguna lágrima será en balde y ninguna patada será olvidada mientras los redobles de los tambores resuenen dentro del Santo Domingo. La afición y la historia les contemplan… y lo que hagan en el campo, tendrá su eco en la eternidad.

El punto de partida
El problema que se planteó a la Agencia era el de aumentar el número de socios del Club Polideportivo Ejido y asegurar el reabono de los ya existentes. Prometía ser una labor complicada debido a la naturaleza del cliente, un club de fútbol que llevaba 5 años en segunda división y cuyos aficionados demostraban más interés por el fútbol de primera que por el de su propio club.

Existían dos grandes problemas. Uno era la fuga de aficionados hacia Almería, pues el club de esta ciudad vecina ascendió a primera división la pasada campaña, y el otro riesgo era que, al tratarse de una ciudad relativamente nueva, con mucha inmigración, fuera complicado generar un sentimiento de unidad alrededor del fútbol local.

La Campaña
La campaña comenzó con el reto del reabono. Para llamar la atención, el propio Presidente del Club, Don Gabriel Hidalgo, escribió una carta a los abonados bajo el título de “Yo me confieso”, donde contaba un gran secreto, la enfermedad que padecía desde que era Presidente del Poli, el “Síndrome Gabi”. Se trataba de un síndrome que le llevaba a la locura por el Poli y todo lo que tuviera que ver con el club y sus colores. Alertaba a los socios, ya que la enfermedad era contagiosa, y les recetaba un reabono para el año siguiente, pues es la única manera de no ir contra la naturaleza del síndrome que padecían.

Una vez superada la fase de reabono, la Agencia dedicó todo sus esfuerzos a captar nuevos abonados. La primera acción tenía como objetivo generar interés y conseguir notoriedad. Una mañana de viernes, la ciudad amaneció con cientos de balonazos en paredes, escaparates y vallas publicitarias, lunas de comercios rotas, porterías en rotondas, líneas de cal por toda la ciudad… El Ejido respiraba fútbol y nadie sabía que había ocurrido.

¿Quién es ese loco? El mismo viernes, se generó un viral con un video en el que se veía a un individuo por la noche en El Ejido, dando balonazos a escaparates y paredes… ese individuo parecía el Presidente del Poli… y lo era, aunque la gente dudaba acerca de la identidad del extraño vándalo. Fue el pistoletazo de salida de una campaña que iba a dar mucho que hablar.

Identificación del foco
Pasada una semana del extraño suceso, el Presidente del Poli convocó a los medios a la primera rueda de prensa de la temporada. Todo era normal, el hotel de siempre, la sala de siempre, el director de comunicación y todos los medios de Andalucía. A los diez minutos de comenzar la rueda de prensa, irrumpió en la sala un medico y dos camilleros que se dirigieron al Presidente para amarrarle con una camisa de fuerzas y llevárselo en una ambulancia que esperaba en el exterior. Ante el estupor de los allí presentes, el doctor se quedó tranquilizando a los periodistas y a la gente del club. Durante diez minutos, el Doctor Martínez, explicó en que consistía el síndrome que había atacado al Presidente, así como a otros aficionados del Poli a través de un informe médico y un tac cerebral del Presidente.

Epidemia
Al día siguiente a la rueda de prensa, todos los periódicos de El Ejido y el informativo de Canal Sur abrían con esta noticia. Desataron la alarma general. Una epidemia se extendía desde El Ejido hacia toda Almería. Rápidamente aparecieron personas que decían tener síntomas claros de contagio. Una señora proclamaba con orgullo que su codo era un talismán para el equipo; si lo besaba en el minuto 42, el Poli marcaba un gol. Ni siquiera los más pequeños se escapaban. El primer caso fue un joven que decía que quería ser celeste a toda costa, como el color de su equipo, y que aguantaba la respiración todo lo que podía pero solo conseguía ponerse lila… es este momento sabíamos que teníamos un problema. De todas maneras, el gran miedo que se tenía era que este síndrome llegase a los invernaderos, que suponen la actividad principal de la zona; pues lo inevitable ocurrió. Se encontró a un hombre que tenía como única necesidad la idealización de su entorno, hasta tal punto que abonó al Poli a tomates y pimientos de su invernadero. Ya no podíamos frenarlo.

Todo esto eran posibles síntomas, pero no teníamos ni idea de cuales serían las consecuencias reales. No imaginábamos el alcance del “Síndrome Gabi” hasta que un día pasamos de ver síntomas a ver el Síndrome en pleno auge. Creo recordar que empezó todo cuando pasando cerca de la puerta de la Iglesia de San Isidro, mientras se oficiaba una misa, escuchamos al párroco desde su púlpito: “¡Y el séptimo día solo hubo 15 minutos de descanso!”. Increíble. El síndrome no respetaba a nadie, ni ricos, ni pobres, ni creyentes, ni ateos… Después de esto nos esperábamos cualquier cosa. Tanto que hasta un camarero se negó a ponernos un plato de jamón porque sus vetas blancas y su carne roja lo convertían en un símbolo rojiblanco, cercano a los colores del club rival, el Almería. Se exaltó tanto que no paraba de gritar: “¡De penalti nací y un penalti me matará!”. Esto nos superaba y decidimos dar todo por perdido cuando cerca del estadio del Poli, el Santo Domingo, vimos a unos hombres increpando a un aficionado del Poli diciéndole que no pitase tanto al árbitro, este les respondía: “¿¡Que no pite al árbitro!? ¡Pero si empezó él!”. Era hora de informar de todo lo que sabíamos a la gente y para ello creamos un site en el que la gente pudiese consultar los síntomas e informarse de que manera se podía contagiar. www.polibenditalocura.com

Para terminar de informar a la gente, se divulgó un video a través de YouTube con varios de los contagiados más graves para informar a toda la población y ahondar en la memoria de la gente para que nunca olvide este suceso y trate de evitar que algo parecido ocurra en el futuro. URL: http://www.youtube.com/watch?v=NF8BVv0dZlg

RESULTADOS
- Aumento de 2.600 socios la temporada pasada a 4.077 en la actual.
- Más de 4.000 visitas a los videos en YouTube.
- 100% del reabono conseguido.
- Más de 20.000 visitas a la web www.polibenditalocura.com

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